Un trago antes del concierto...

Por sitios como ese, LA le gustaba de sobremanera. Ni se parecía a Texas, gracias a Dios. Había quedado allí con su buen amigo y batería de su banda, pero finalmente éste le había dicho que no podría ir. Eso no iba a conseguir sacarle la idea de la cabeza de que pensaba pasarse por el lugar. Todos sabían que a él le daba igual ir solo a cualquier lugar, entre la millonada de gente que le conocía, y lo fácil que era hacer amigos… no iba a estar solo. Por la calle iba canturreando alegremente un par de canciones entremezcladas de las que él mismo había compuesto. Abrió la puerta como solo él parecía hacerlo: de tal manera que siempre se le quedaban mirando todos los de dentro. Él les dedicó su mejor mirada desafiante-divertida, con ese toque de lujuria que lo caracterizaba. Estuvo tentado de gritar un “Hola a todos”, pero decidió callar y aproximarse a la barra.—Tequila.—comentó simplemente. Entonces observó a su lado algo que le trajo recuerdos, que siendo sinceros preferiría no tocar.

—Vaya, un cawboy…—comentó irónicamente. Entonces lo miró mejor. Lo conocía de algo… lo tenía en la punta de la lengua…. Su cerebro luchaba contra la neblina y entonces lo vio claro.—¡Espera! ¡Tú eres Eric Faulkner! Joder, era fan de tu banda. ¿Por qué os reparasteis? Te invito a otra copa cuando te acabes esa.—dijo todo atropelladamente, como niño emocionado. Le habían gustado bastante, y la noticia de su separación hace no tanto le había dejado bastante marcado. Sus ojos brillaban con eso que solo podía ser admiración. Y se le hacía raro que fuera más joven que él y ya hubiera triunfado y se hubiera separado, tan rápidamente.—Oh, y perdona de lo cawboy, es que vengo de Texas y no le guardo exactamente gratos recuerdos.—añadió sintiéndose levemente avergonzado, cosa rara en él.